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"Desconfinamiento" en D+18: algunas reflexiones...


Nuestra prisión estatal comenzó hace varios días a abrir parcialmente sus amplios portones.

Todos hemos retomado, más o menos, nuestras actividades profesionales, sociales y domésticas.

Estos me inspiran hoy este post de humor.

En una nota personal, visité mi pequeña ciudad de provincias en un recorrido por mis comerciantes habituales. Así pude comprobar su aplicación de las llamadas instrucciones “sanitarias” hacia las que, lo confieso, ya sentía cierta molestia. El resultado fue muy variable.

A veces, me enfrenté a los más celosos que cumplían todos los requisitos, bajo la influencia visible de una tensión nerviosa muy fuerte, a riesgo de la calidad relacional que normalmente se espera en un profesional de servicios o ventas. .

A veces, afortunadamente, me encontraba con dueños de tiendas y boutiques razonablemente cautelosos, felices de volver a verme y que no me intimidaban con la infantil orden, desde el umbral de su tienda, de "lavarme las manos". A estos, con mucho gusto les otorgué mi etiqueta "Pleasant Return to Real Life".

Ni que decir, querido lector, que pretendo renovar mis hábitos con mejor corazón en unos que en otros.

Entonces me vinieron varios pensamientos a la mente:

¿Por qué mis compatriotas, obviamente tan preocupados por la salud y la vida, no se oponen al asesinato anual de 240.000 niños por nacer?

¿Por qué no rechazan la eutanasia, que consiste en ejecutar seres humanos sin escrúpulos?

¿Por qué no hacen retroceder con tanta avidez la galopante invasión tecnológica con efectos potencialmente nocivos para el organismo humano?

¿Por qué no rechazan el suministro industrial de alimentos cargado de químicos mortales?

¡Este es todo el misterio de la naturaleza humana, capaz de hacer cohabitar en ella formas de pensar y actitudes tan contradictorias!


catalina teriac
29 de mayo de 2020

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