Devociones a San José
Salve José
Te saludo, José, hombre justo, la sabiduría está contigo, eres bendito sobre todos los hombres y bendito es Jesús, fruto de María, tu fiel esposo.
San José, digno padre adoptivo de Jesucristo, ruega por nosotros pecadores, y obtén de Dios la Sabiduría divina, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Que así sea.
Esta oración se dice tres veces.
San Luis María Grignion de Montfort
Métodos para rezar el rosario, n.° 12 (Obras Completas, p. 404)
recordar
¡Oh Tú a quien nadie ha invocado jamás en vano! Tú que eres tan poderoso con Dios que podríamos decir "En el Cielo, José manda más que ruega", tierno padre, ruega por nosotros Jesús; Sé nuestro abogado ante este divino Hijo, cuyo padre adoptivo y fiel protector fuiste aquí abajo; añade a todas tus glorias la de vencer la difícil causa que te encomendamos.
Creemos que puede conceder nuestra petición que nos abruma.
Tenemos la firme confianza de que nada descuidarás en favor de los afligidos que te imploran. Postrados humildemente a tus pies, buen José, te suplicamos que tengas piedad de nuestras lágrimas; cúbrenos con tus misericordias y bendícenos.
Que así sea

Oración de San Francisco de Sales
Glorioso San José, esposo de María,
concédenos tu protección paterna,
te lo suplicamos por el Corazón de Jesucristo.
Oh tú cuyo poder se extiende a todas las necesidades y sabes cómo hacer posibles las cosas más imposibles,
abre los ojos de tu padre a los intereses de tus hijos.
En la vergüenza y el dolor que nos apremia,
te usamos con confianza;
dignarse tomar bajo su guía caritativa
este importante y difícil asunto,
por nuestra preocupación.
Haz que su feliz resultado se convierta en la gloria de Dios y el bien de sus siervos devotos.
Oración de San Pío x
al glorioso San José modelo de obreros
Glorioso San José, modelo de todos los que se dedican al trabajo, alcánzame la gracia de trabajar con espíritu de penitencia por la expiación de mis muchos pecados; trabajar concienzudamente, anteponiendo el culto al deber a mis inclinaciones; trabajar con gratitud y alegría, considerando un honor usar y desarrollar a través del trabajo los dones recibidos de Dios; trabajar con orden, paz, moderación y paciencia, sin retroceder nunca ante el cansancio y las dificultades ; trabajar sobre todo con pureza de intención y con desprendimiento de mí mismo, teniendo constantemente ante los ojos la muerte y la cuenta que debo rendir del tiempo perdido, de los talentos no utilizados, del bien omitido y de la vana complacencia en el éxito, si fatal para la obra de Dios. ¡Todo por Jesús, todo por María, todo por vuestra imitación Patriarca José! Este será mi lema de vida o muerte.
Que así sea